New York, verano de 2010. Reconozco que me gustan las ciudades. Reconozco mi devoción por Londres, reconozco que hay ciudades como Paris, Barcelona, Edimburgo, Estambul o Marraquech que, por muy diferentes motivos, me tienen enganchado. Reconozco que tenía muchas ganas de, por fin, llegar a New York. Y, también, responde a las expectativas creadas. He vuelto contagiado de esta ciudad. Ya me lo habían dicho y advertido. Pero no por ello había que experimentarlo. Objetivo cumplido. Encantado de la experiencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario