sábado, 14 de mayo de 2011

Nueva patología: estrés electoral


Me gustaría -¡es un decir!- sentirme español y tener que elegir entre dos opciones el próximo domingo, pero..., mira por dónde me siento vasco y tengo una sopa de letras y siglas encima de la mesa muy parecida a la pescadería en la que acabo de estar: PNV -con sus matices también diferenciados en cada calle-, Bildu -'independientes'+'independientes'+lo que queda de EA+lo que pueda haber en Alternativa- Aralar, Hamaika Bat, Ezker Batua, otra sopa en Navarra... Eso sí, todos con proyectos muy-muy diferentes de país. Acabo de inventarme una nueva patología: el estrés electoral. Este es el país del matiz. Cada matiz justifica un partido político. ¿Estamos seguros de tener países -pueblos, barrios, territorios- tan diferentes en nuestro imaginario colectivo?. Hace un rato estaba entre si decantarme por la dorada, la merluza o el bonito, pero, en una decisión digamos aleatoria -me temo que parecida a la del próximo domingo-, comeré antxoas, pero eso sí, ya me han dicho que éstas, "hemengoak dira!" (o sea, de aquí de toda la vida).