miércoles, 13 de enero de 2010

Machu Pichu

Cuatro de la mañana, Aguas Calientes, el frontal en la cabeza, el 'soroche' amenazando con la guadaña, emprendemos la pendiente. La sangre no circula, los pulmones no cogen aire, la humedad es axfisiante. La pendiente no tiene final y tampoco amparo. Exhaustos llegamos a la puerta a las 05.15, es de noche, la puerta está cerrada, el guarda nos invita a pasar -tras soltar un porrón de dólares-. Subimos un poco más, solo hasta la 'Casa del Guarda'. El manto oscuro de la noche oculta el tesoro. Las Llamas duermen. Esperamos, solos, nadie alrededor. Despierta el día, se hace la luz, aparece la ciudad abrazada por la gran montaña. Es el momento cumbre. Paz absoluta, total. Impresionante Machu Pichu.
12 del mediodía, hordas de turistas arriban en autobuses. Sobramos, no pintamos nada. Iniciamos el descenso. Satisfacción a raudales. Felices.


1 comentario:

Txema dijo...

A través del 'face' acabo de descubrir tu blos... Enhorabuena por las historias y las fotos... y bienvenido también a la blogosfera... Un abrazo!!
Txema